«No dejes de escribir»

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Hace algunas semanas, se publicó en el Blog La Bolleriza una reseña a mi primera novela Marafariña que terminaba con la frase que da título a este post: «No dejes de escribir, Miriam».

El significado de estas palabras no es gratuito. No sé si sois capaces de haceros una idea de lo importantes que resultan para una autora pequeña como yo, que todavía sigo luchando con los lastres de los inicios. Porque escribir, desde luego, nunca será solo escribir. Implica muchísimo más: todo lo bueno pero, también, todo el sacrificio vacío que hay detrás de cada una de las páginas.

La cantidad de lectores que me han escrito esas palabras que coronan este post ha sido considerable. Sin embargo, hasta ahora no me había dado cuenta de lo que ello implica, de sus razones, de su verdad. Porque es cierto que nunca me he planteado seriamente dejar de escribir (más allá de algún que otro arranque de desencanto, pero en ningún caso definitivo) ni he anunciado tal cosa en mis redes. El hecho de que vosotros, con vuestras reseñas y vuestros comentarios me instéis a no dejar de escribir me parece un regalo maravilloso.

Precisamente jamás sería capaz de dejarlo porque os lo debo a vosotros. Porque desde el principio habéis estado ahí, queriendo y confiando en lo que había venido hacer. Regalándome vuestros halagos y también vuestras honestas críticas que tanto agradezco siempre. Y para decirme cada vez más fuerte que siguiera, que continuara, que estaríais ahí para seguir leyéndome porque os gustaba lo que hacía, porque os hacía felices leer las historias que yo había ideado.

Que alguien me pida que no deje de escribir me parece el cumplido más grande que puede otorgársele a un escritor (cuánto más siendo novel). No es solo un abrazo de aliento desinteresado, es una petición educada, un imperativo halagador. Es una mano tendida en medio de un laberinto del que, a veces, es complicado salir. Es la fe en la literatura nueva, en la que todavía no es nada pero aspira a llegar a serlo.

Sencillamente, quería daros las gracias. Porque han sido unas semanas muy difíciles y os he sentido ahí. Porque he elegido el camino largo y os habéis decidido a acompañarme y a no dejarme sola en ningún momento. Todo lo que hago es para vosotros. Porque nunca dejaré de escribir: os lo prometo, me lo prometo.

 

12 Comentarios

  1. Jaus dice:

    Bueno, me voy a estrenar comentando tu blog siendo redundante, pero: nunca dejes de escribir.
    Yo, como tú, estoy arrastrando el lastre de estar empezando en esto. Los inicios nunca son sencillos, mucho menos si has sido tan insensato de dedicarte a la tecla. A veces creo que sería más higiénico limpiar alcantarillas a lametones. Escribir supone un sacrificio emocional que pocas personas entienden, es como saltar de las trincheras cuando el campo está tomado por francotiradores.
    Pero escribir tiene otras muchas cosas buenas, cosas que nos obligan a seguir adelante, incluso cuando queremos quemarlo todo —este verano yo pasé por un momento de estrés, en el que estuve a punto de cerrar el blog y dejar de escribir—. Sin embargo, siempre ocurre algo, siempre aparece una persona, un comentario, un lector agradecido y esos momentos valen el doble que los malos.
    Nos gusta mucho quejarnos, pero en el fondo somos adictos a esta forma de vida. Nos encanta el sonido de las teclas cuando los dedos vuelan sobre el teclado, nos encanta leer y nos apasiona escribir.
    Y si ya, lo haces tan bien como tú, te tienes que aguantar y seguir escribiendo 😉
    Un saludo, ¡nos leemos!

    1. Miriam Beizana dice:

      ¡Pero qué honor que Jaume visite mi humilde morada!
      Todo un lujo de comentario; te lo agradezco en el alma. Me hace sentirme bastante comprendida si te soy sincera.
      Parece que ninguno de nosotros, pobres marionetas de las musas, estamos exentos de este agotamiento que nos produce nuestra adicción a crear.
      Un abrazo, compañero.

  2. Esther Morera dice:

    Que vivan las palabras que nos conectan, las que acarician, las que hacen pensar, las que nutren al que las escribe y a los que las reciben. Y tú de todo eso sabes mucho. ¡No dejes de escribir!

    1. Miriam Beizana dice:

      ¡Oh! Muchísimas gracias, Esther. Eres un encanto. Un abrazo.

  3. Redundo: ¡no dejes de escribir! Ahora que empiezo a iniciarme en el viaje de Marafarinha sería muy desolador. Aunque aún no he leído apenas nada (el estudio de unas mierdas y mis bloqueos más propios, me están quitando el tiempo que necesito) del libro que tuviste la amabilidad de enviarme para que pudiera evitar Amazon (detalle que nunca olvidaré), lo poco que conozco de tu escritura me encanta y sería una pérdida terrible que pararas una actividad tan auténtica. Así que, por el bien de tus lectores pero, sobre todo, por tu propia realización personal, sigue adelante creando belleza. ¡Un fuerte abrazo!

    1. Miriam Beizana dice:

      ¡Un abrazo! Muchas gracias por dejarme este comentario tan hermoso; ni te imaginas lo bien que me hace. Espero, de corazón, que disfrutes de mis letras.

  4. Miriam J Collazo dice:

    Eres una gran autora, una triunfante.
    Yo una simple lectora que me encanta leer, he leido cientos de libros de diferentes generos, pero ninguno me ha llegado como Marafarina.
    He leido ha Marafarina despacio, cada capitulo, cada parrafo, cada oracion, letra como si quisiera que no terminara jamas.
    Hubiera querido tener en mi juventud una escritora como Miriam y una Marafarina para poder respirar.
    Tambien difrute mucho «Todas la Horas Mueren»
    No puedes dejar de escribir porque las letras te ahogarian dentro de ti.
    Y por nosotras, que hariamos sin tus letras sin tu inspiracion sin la manera que nos hacer sentir.
    Gracias por tu promesa es muy agradecida.
    Muchas gracias por ti.

    1. Miriam Beizana dice:

      Mi queridísima, Miriam.
      Te lo agradezco, siempre. Ya lo sabes. Eres encantadora y cariñosa conmigo.
      He escrito siempre para encontrar personas como tú.
      Un beso.

  5. sustherlibros dice:

    Nadie debería dejar que muera su pasión por las letras, sean cuales sean las razones que están en el otro lado de la balanza.
    Esperamos empezar pronto Marafariña (que si es tan buena como tus entradas será la leche) y poder poner nuestro granito de arena.
    Mucho ánimo, un poco de suerte y… ¡no dejes de escribir!
    Un abrazo.

    1. Miriam Beizana dice:

      Gracias, sois encantadoras. Me alegra mucho que os paséis por aquí, de verdad. Un fuerte abrazo.

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