Hace más de un año que anunciaba el punto y final de mi próxima novela, la especial y ansiada secuela de mi opera prima, Marafariña, que fue el inicio de un nuevo camino para mi colmado de dificultades, sí, pero también de alegría, de sueños y de literatura. Han pasado muchas cosas desde aquel 2015 que me lancé a la autopublicación y, como ya he dicho, llegar hasta aquí ha sido una feliz hazaña.
Este post es la culminación de más de tres años de trabajo diario e incansable.
Por fin os puedo anunciar, con nervios e ilusión, el título de mi próxima novela, la continuación de la historia de Olga y Ruth. El mismo que corona esta entrada.
Inflorescencia
Florece, así, en esta tardía primavera aquel bosque virginal que hemos abandonado hace ya unas cuántas páginas. Florece así, de nuevo, esta Miriam que necesitaba cerrar aquel capítulo de su vida, tan lejano ya, pero tan vivo al mismo tiempo. Y florece, también, mi incansable lucha personal por la libertad, por los sueños, por la unión, por el amor y por la defensa infatigable de las mujeres.
Y florece, así, la contraportada de la novela:
Y florece, así, la portada definitiva. La imagen, de nuevo, de mi querida y admirada Elena del Palacio:
SINOPSIS:
Una buena nueva guiará la vida de Ruth de vuelta a una Marafariña que luce sola. Lo que ella no podría imaginarse después de la catástrofe del Prestige, era encontrarse que luciría una espesura blanca.
Han pasado años desde que abandonó la libertad y su ser de esas tierras, pero tal vez nunca son demasiados cuando se acerca al tintineo hipnotizante y fresco del río, cuando se enfrenta ante la Iglesia tapiada de recuerdos o cuando alcanza la inmensidad de la playa.
Nunca es demasiado tarde cuando la tierra todavía es capaz de florecer.
“Las flores mismas han aparecido en la tierra, el mismísimo tiempo de la poda de las vides ha llegado, y la voz de la tórtola misma se ha oído en nuestra tierra” (El Cantar de los Cantares 2:12)
Y con el corazón encogido, mis venas llenas de emociones, nerviosa, feliz, atemorizada pero llena de esperanza, os digo que en julio de 2018 podréis al fin leer esta última historia.
¡Espero vuestros comentarios!
Y gracias, gracias, flores mías.