Es una hora difusa del sábado, te encuentras corrigiendo un manuscrito y planteándote a cada paso una y mil veces si tengo el suficiente talento para esto o si merece la pena seguir, si sigue habiendo alguien al otro lado. Qué os voy a contar de la desesperanza que produce a veces este oficio.
Entonces suena una notificación y es un mensaje de una lectora que ha leído Todas las horas mueren, que le ha gustado y que ha escrito una reseña preciosa. Y tú sonríes en la soledad de tu casa, con tu mesa llena de papeles de los que algún día saldrá otra novela. Es ahí cuando sabes que las ojeras y todo ese café merece la pena únicamente para recibir un mensaje así.
Muchísimas gracias a Serena Vives por haber mostrado interés en mi novela y dedicarme un rincón en su espacio web. Podéis leer la reseña si pincháis en este enlace, ¡espero que os entusiasme tanto como a mí!
Con una calidad y una profundidad narrativas que la alejan con distancia de la etiqueta de obra novel
Son los relatos que confluyen en una narración personal e íntima, entretejida con emotivas reflexiones llenas de madurez sobre la fragilidad y el paso del tiempo
Y es que, aunque el tiempo y las horas mueran, lo que permanece vivo no es más que el recuerdo y la memoria.
O, si os ha llamado la atención, podéis adquirir la novela aquí.
Sientes las dudas y de pronto unas palabras llegan para empujarte de nuevo, es una señal de que vas bien y sí, tu esfuerzo tiene sentido!
Así es, aparecen las dudas y de pronto un mensaje llega para confirmar que vas por buen camino, sí, tu esfuerzo vale la pena!!!
Muchas gracias por pasarte por aquí, Marta…. ¡Habrá que hacerle caso a esas señales!
Sí mira y duplicado por si acaso, sorry 🙈