Elisa

Aprendo tanto de la vida como de mis propios escritos, como si mis letras pudieran ser mis propias maestras (qué paradoja, ¿eh?). Reflexionar sobre estos aspectos de la vida me hace esclarecer mis dudas, sentir con más naturalidad.

Se habla mucho de lo difícil que es llegar a plasmar literariamente un amor real, puro y verdadero sin caer en los tópicos y en las hipérboles fáciles. Desde luego, es uno de los mayores retos como escritora del género intimista, pero hay muchos más. Y dado que gran parte de lo que escribo es poner voz a mis propias vivencias, me voy a poner cómoda y sincera. Espero que no se os enfríe el café.

La amistad es un agujero de diferentes colores, extensiones y definiciones. Es, como poco, tan complicada de definir como lo es el amor. Si bien es cierto que desde pequeña he tenido un ideal de mis amigos muy sobre valorado, tal vez dejándome llevar por mi carácter sociable y mi terror a la soledad, han sido pocas las ocasiones en las que he llegado a sentir la satisfacción de la confianza y el cariño mutuo. Diría, sí, podría decir, que he sufrido más por el daño de un amigo que por los pedazos de un corazón roto.

La relación con estas personas que no son de nuestra familia, pero que aspiramos a que lo sean de algún modo, es algo que he querido explotar y reflejar en Marafariña a través de diferentes personajes que otorgan un punto de vista dispar de estas uniones. Una de estas figuras fundamentales es Elisa, uno de los roles de la novela que más habéis alabado en vuestras diferentes opiniones y comentarios.

La amistad de Olga y Elisa representa una de las relaciones más difíciles de definir. La sinceridad es la razón primordial entre ellas, pero también lo es el desapego y cierto distanciamiento periódico. Aun así, y como podréis ver en la secuela, pase el tiempo que pase, Elisa permanecerá siempre ahí de algún modo.

Es una mujer que a mí me fascina. No solo por su apabullante belleza y la frivolidad de su comportamiento: es su inteligencia y su sentido de la justicia. Elisa cuenta con su propia manera de entender la vida, jamás ha sentido miedo por la soledad y nunca ha necesitó el apoyo de nadie para encararse a sus miedos. Por eso es una mujer que puede causar tanto miedo como admiración, ya que es complicado entenderla del todo. Ni yo misma podría definirla en su autenticidad, ella es demasiado independiente de mi voluntad narrativa.

Aprendo tanto de la vida como de mis propios escritos, como si mis letras pudieran ser mis propias maestras (qué paradoja, ¿eh?). Reflexionar sobre estos aspectos de la vida me hace esclarecer mis dudas, sentir con más naturalidad. Creo que es necesario dejar de tener miedo a establecer lazos con los demás, dejar de tener miedo a que nos hagan daño o dejar de sentir ese menosprecio hacia nosotros mismos por lo que otros nos han hecho. Como hablé hace algunas semanas sobre que el amor puede ser fácil y no debe doler, creo que la amistad también puede resultar tan gratificante como sencilla.

No perdamos la fe en el ser humano. No todavía. Porque cuando yo había perdido todo atisbo de esperanza de volver poder confiar en los demás, aparecieron personas que quisieron mostrarme lo contrario. Y yo les dejé mostrarme. Al fin y al cabo, no hay nada más gratificante que un buen abrazo amigo cuando hace demasiado frío.

11 Comentarios

  1. Hay una parte de esta publicación que podría haberla escrito yo, ya que defines muy bien cómo me he llegado a sentir. Gracias

    1. Miriam Beizana dice:

      ¡Qué bonito, Carmen! Millones de gracias.

  2. Esther Morera dice:

    La amistad que describes es muy bonita. Entre dos personas diferentes, que se quieren con sus imperfecciones, que se apoyan pero respetan el espacio y los tiempos que cada uno precisa. Y la reflexión que te han inspirado me ha llegado mucho también.

    Pd. El café del miércoles es el que mejor me sabe de toda la semana :)*

    1. Miriam Beizana dice:

      Gracias, Esther. Cada nueva semana es un nuevo reto de hablar de algo diferente, así que es todo un lujo contar con lectoras tan fieles como tú. Un besito, amiga.

  3. David Pierre dice:

    Interesante y breve entrada sobre dos conceptos muy complejos, Miriam. ¡Me he quedado con ganas de más! Elisa es, sin duda, un gran personaje. ¡Un abrazo antifrío!

    1. Miriam Beizana dice:

      ¡¡Gracias por ese abrazo, compañero!! 🙂

  4. Es curioso que la ficción nos ha metido en la cabeza que el amor y la amistad son de una manera y siempre lo hemos creído. Entonces, leemos o vemos una relación de amor o de amistad que parece diferente a lo típico, pero que refleja cómo son realmente y, sin saber por qué, sabemos que eso era lo que de verdad necesitábamos leer. A veces, es difícil escribir buenas relaciones porque primero tenemos que darnos cuenta de que, a lo mejor, nos han engañado con ese bonito cuento y la amistad y el amor verdaderos van más allá y cada uno es único.
    Un abrazo 🙂

    1. Miriam Beizana dice:

      Eso mismo, Fani. Me alegra que te haya gustado el concepto que he intentado expresar aquí (creo que lo has captado muy bien). Un gusto tenerte por mi casa 🙂 Un abrazo.

  5. Miriam Collazo dice:

    Ay Elisa que verdadera amiga, ay Olga que suerte una amiga así.

    La amistad es un 🎀 lazo entre dos personas que se unen en el caminó de la vida y no importa la distancia; para apoyarse, quererse, respetarse , ese su interés . Pero que difícil de encontrar, pero que lindo cuando se encuentran ya no estás más sola. Mi amiga para hablar cuando nadie te escucha, para reír , llorar, aconsejar. Mi amiga.

    Como siempre un encanto leérte.
    Cariños

    1. Miriam Beizana dice:

      La amistad es lo más bonito que hay; pero no es fácil de encontrarla en su medida correcta.
      Me alegra que te haya gustado leerme, Miriam.
      Un abrazo.

Replica a Miriam Beizana Cancelar la respuesta